miércoles, 20 de agosto de 2008

Cumpleaños


Me desperté con la intención de no hacer nada más que perder el tiempo, o como mucho pensando que haría para comer horas más tarde hasta que llegó a mi email lo que nunca pensé que llegaría: un email de la biblioteca diciendo que ya está disponible mi libro. No es nada apasionante si no fuera porque en Madrid probablemente nadie hubiera avisado de algo así y menos en un tiempo record de 12 horas.
Asi que mis planes, como siempre pasa aquí, cambiaron radicalmente, me fui al centro a por mi libro, hice un amago de leermelo en un banco tranquilamente pero esta es una ciudad muy pequeña y las posibilidades de encontrarte a alguien que te líe lo suficiente como para dejar de leer son bastante altas.
Así pues me llevaron a una barbacoa gratuita en el centro, si es que el concepto barbacoa es pasta con verduras y carne, pues bien, lo llamaremos barbacoa si quieren. Y sí, nos pusimos las botas, tanto que yo me compré unas, bastante baratas para ser Noruega y por la tarde acudí a mi habitación, donde se iba a iniciar una fiesta de mi compañera de piso, que ya tiene 23 muy bien llevados.
Debido al aforo tuvimos que cambiar de sitio porque nuestra cocina no está diseñada para más de 5 personas, asique qué mejor sitio que las mesas de madera con barbacoa del jardín de la residencia? Si es que además hace buen tiempo, hay que aprovecharlo.
Y nos dan las tantas un miercoles cualquiera, sin comerlo ni beberlo, pero es genial. Porque todos estamos en todo, y todo es colegueo, y todos nos dejamos llevar. Y parece que llevemos años. Leticia lleva 23 en concreto, y que cumpla muchos más.

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