lunes, 15 de noviembre de 2010

Aquí, ahora y en la moda


Nunca olvidaré aquella frase que dijo una vez Coco Chanel: "Las modas pasan, el estilo permanece."

He intentado explicar por activa y por pasiva que el estilo siempre está ahí aunque vayamos sin ropa. Mis mujeres solo tienen sus pies para asomar su estilo. Aparentemente solo tienen eso. Porque tienen su pelo, sus ojos, sus gestos, sus andares y sus palabras. Pero claro, son demasiadas cosas como para plasmarlas en un papel y con dudosa calidad técnica en el dibujo.

"Las mujeres necias siguen la moda, las pretenciosas la exageran; pero las mujeres de buen gusto pactan con ella. Gabrielle de Breteuil, matemática francesa, se reafirmaba constantemente, atacando a las metódicas de la moda, y a las Lady Gagas aún por conocer.

Una cosa estaba clara: "Si alguien se vuelve para mirar tu traje, es que no vas bien vestido." Lo decía un tal George Bryan Brummel, dandy inglés, y como dandy, tenía todo el derecho a decirlo. La discreción era su fuerte. Y en esa discreción había una elegancia abrumadora.

Oscar Wilde decía que era peligroso ser demasiado moderno, se corre el riesgo de convertirse en anticuado, porque la moda pasa de moda, y hoy nos reímos de la moda de ayer, pero nos emocionamos con la de antes de ayer, cuando está en vía de convertirse en la de mañana.

Y Wilde seguía diciendo que la moda era siempre un esperpento tal que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses. Creo que tiene razón y al mismo tiempo se la quito. Es verdad para algunos, para otros es un simple afán de crear. Además, hoy en día no se crea nada nuevo sino modificado, que no es si remotamente lo mismo.

El escritor italiano Pitigrilli decía que "la moda es la pugna entre el instinto natural de vestirse y el instinto natural de desnudarse”. Y eso actualmente viene mucho al caso con la nueva exposición de Mario Testino en el museo Thyssen de Madrid.

La moda pasó de ser una necesidad a ser una vanidad. Algunos filósofos consideraban la moda como el impuesto que la industria del pobre carga sobre la vanidad del rico.

Y no hay que olvidar que ante todo la moda nació para vestir a todos los colectivos con las famosas siluetas de Dior. Tal y como le dijo Giani Versace a Giorgio Armani: "Tú vistes a señoras, yo a prostitutas."