lunes, 21 de febrero de 2011

Díganle al mundo

Díganle al mundo que me provoque una sonrisa.
Últimamente solo aprieto los dientes, frunzo el ceño y sollozo sin empeño.
Díganle que me estoy ahogando en cuatro paredes y el calor de la estufa.
Que le demuestre a mí rareza que vale aunque nadie se lo reconozca con dinero.
Que no ha perdido el tiempo leyendo aventuras.
Y que hay esperanza.
Porque ahora mezcla amargura con precaución, sosiego con nervios y sobre todo ya no sabe muy bien si tiene una función más allá del mero hecho de existir.
Y por favor díganle que nos informe, si la culpa es de una generación o de la ambición.
Porque mi generación está perdiendo su lucha y nisiquiera tiene banderas blancas.

sábado, 19 de febrero de 2011

Cibelinaje


La moda no deja de ser nunca un capricho para nuestros ojos. Un antojo esporádico de cambio, locura e ideas. Unos visten automaticamente, bien o mal, por su naturaleza ansiada pero otros son meticulosos, y nada es casual.

Un encaje, una flor, una volante. Todo parece estar ahí de manera natural y al mismo tiempo todo tiene su explicación.

Una explicación que hay que captar en cuestión de décimas de segundos. La esencia de la mujer y del hombre, la inspiración, las costuras, las telas, las caídas, los complementos. Hay que captarlo todo.

Yo iba con mis gafas blancas como un iceberg, absorviendo los detalles de los estilismos, de la pasarela, de todo lo que no se ve pero se capta y al mismo tiempo haciendo malabares con una cámara con un objetivo limitado, indignada por no encontrar el momento de comprarme la cámara que mi gusto por la visualización del mundo se merece.

Todo llegará. Mientras eso ocurra, siempre nos quedará la moda. En París, Madrid, o dondequiera que esté.

Foto: Ecuador del desfile de Roberto Verino. Cibeles Fashion Week Febrero 2011.

martes, 8 de febrero de 2011

Entre los dedos

Entre los dedos se resbala la pasión que no recuerdo.
Te conquistó mi palabra, que se entremetía entre tus ojos y tus pensamientos. Mi voz, fina y profunda te ofrecía cumplidos que con miedo guardabas en tu memoria, para no echar de menos los escalofríos de las sábanas heladas durante el duro invierno.
Es difícil adivinar lo que ocurre en la cabeza de alguien pero si me permites la intromisión y una personal versión, yo creo que el frío miedo te supera.
No soy una experta, pero presumo de una intuición desgarradora, que me hace pensar que el amor se resiente, se corrompe con prejuicios, y se abandona la buena costumbre del tan equívocamente valorado Te Quiero que yo no tengo el placer de escuchar.
Me encantaría volver a ver a los verdaderos magos o ilusionistas, que hacen creer en lo imposible, que dan esperanza donde hay truco, y donde la sorpresa se escurre en sus dedos, hasta el sombrero de copa donde siempre vuelve a aparecer, al finalizar el espectáculo con una amplia sonrisa.
Me encantaría creer que la magia existe.