jueves, 3 de octubre de 2013

El amor al habla


Hola ¿qué tal? ¿Cómo andan? Disculpen que les robe unos minutos.
Soy el amor. A veces no me gusta decirlo así porque soy de esos sentimientos que caen muy bien o te caen como una patada. Supongo que les habrá pasado.

Yo quería contarles una historia. Me pasan muchas cosas, pero este viernes me pasó una muy extraña.

Suelo estar allá donde me llaman pero... me fui a tomar un café a las nueve de la noche, estaba esperando a alguien, iba a tener un duro trabajo esta noche. Los viernes noche queda muchísima gente, e intento estar a todo, porque el amor es más frecuente de lo que piensan.

Pero la pareja de arriba, no me llamó esa noche. Y sin embargo yo estuve allí. 

La diferencia con otras noches es que estuve delante de ellos. No entre ellos. No sé quiénes son. Si se que él era español, y ella guatemalteca. Aparentemente quedaron porque se gustaron algún día. No hace mucho de esto porque aún estaban en ese periodo de presentaciones, en el que ella le explica que tiene 5 hermanos de distinto padre, él le dice que le encantan los coches, ella le cuenta anécdotas del instituto pues aún tiene 17 años y él, con 22 le cuenta que ha viajado al extranjero. 

Ninguno se mira. Ella juega con las manos, el no sabe donde ponerlas. Fue confuso. Hacían un esfuerzo por sacar un tema de conversación pero cuando por fin lo tenían parecían contárselo a cualquiera menos a ellos mismos. Quizá no estuvieran seguros de haber acertado con la cita o con el lugar. Quizá debieron sentarse uno enfrente del otro.

Yo estaba leyendo un libro sobre un dictador. Tengo que leer ese tipo de cosas para comprender mejor el odio. Trato de arreglarlo. Trato de unir a las personas diferentes. Trato de acercar a las que no lo son. Obviamente tuve que dejar de leer el libro. Me puse a trabajar.

Finalmente ella empezaba a hablar de sus cosas, él parecía interesado. Sus cuerpo giraron unos grados, ya se miraban a los ojos, sonreían, ella doblaba una pierna debajo de la otra. Por fin estaba cómoda.

Al rato se fueron. Yo me quedé allí pensando. Se puso a llover. 
Me dejé medio café. 
Llegaba tarde a una cita. 
La mía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Barbara me gusta lo que escribes y como lo escribes.

abrazos fotografia2