miércoles, 3 de septiembre de 2008

No temas los momentos


Estaba segura de que pasaría. Temía el momento de estar mala, muy mala y no tener a nadie alrededor. Un hermano que se tira en tu cama compadeciendose, una mama que te toca la frente y te dice que eres guapa, o un padre que te ofrece todo el elenco de los medicamentos mientras recita las horas a las que deberás tomártelo.
Ayer me tiré el colchón encima como si fuese un hermano, me llamé guapa a mí misma nada más verme en el espejo y metí la mano es lo que yo llamo mi botiquín y preparada debía estar.
Temí sentir esta vez la verdadera soledad de que es ahora cuando te falta de verdad la familia. Y si, claro que falta. Pero también pensé que la sensación sería triste y no. No hay que lamentarse. Esta experiencia es buena. Incluso con fiebre salí adelante el día de ayer.
Fue un día de encerrarse en cuarentena, pero no fue horrible.
Así pues, aunque todavía es pronto y no llevo ni un mes aquí,puedo creermelo y decir con firmeza que no le temo a los momentos. Porque los buenos son increíbles y los malos no duran mucho tiempo, tengo armas de destrucción momentánea.
No le temo al catarro, no le temo a la lluvia, no le temo a este país y no le temo a esta vida. Creo que esto me hace más valiente. Me hace más realista. Y me llena de vida y ganas de ponerme en marcha.
Yo sigo aprendiendo, si bien no tanto del hipertexto y de la literatura electrónica, de la vida. Y no le temo a los momentos, porque están ahí para disfrutarlos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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