lunes, 8 de septiembre de 2008

Camina con el calzado adecuado, el resto lo pone la vida


Creo que eso es lo más sensato. Y me doy cuenta porque esta experiencia lejos de casa me enseña a que esté donde esté, nada puede suceder y nada puede no suceder. Hay que prepararse un poco el camino, hay que saltar y a veces arrastrarse, pero creo que con el calzado adecuado y las buenas compañías, todo el resto aparece solo.
Bueno, y alguna receta de cocina en el bolsillo también contribuye a que esto no sea un desastre.
Yo, con mi calzado y cualquier otra cosa puesta, creo que puedo llegar a hacer cualquier cosa. No me rindo porque aquí no me creo que nada sea imposible, aquí nadie tiene prejuicios y si los tienen, aquí tengo la oportunidad de que se retracten.
Quizá en Madrid habría abandonado cuando se me hubiese negado algo. Aquí algo hay en la atmósfera que me envalentona. Que me hace creer en mí, que me ha encontrado con gente que cree en mí.
El destino siempre tiene sus razones, estoy deseando averiguarlas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

y que el destino se cumpla, pues por lo que cuentas pinta bien para ti

bs