miércoles, 5 de mayo de 2010

Equipo


Mi talón de Aquiles lo debilita la tensión que esos hombres ponían aquella noche en el terreno de juego.

Es cierto que es injusto que digan que perdemos o ganamos si nosotros no jugamos, pero si por algún casual nuestro ánimo les sirviese de algo, entonces nosotros podemos decirlo con la boca totalmente abierta y el orgullo haciéndose hueco por entre la gente del estadio.

Perdemos enfadados, ya ni siquiera tristes.

Pero ganamos alegres y excitados.

Golpeando mobiliario urbano, llorando, apretando las bufandas, chocando las cocacolas sin tapón. Insultando al linier, al árbitro, por las faltas sin cometer, por el sufrimiento, aplaudimos a los que hacen el pase del gol, gritamos a los delanteros para que corran, a los que no tiran a puerta acorralados, a los que no cogen un pase, a los que pierden el balón.

Nos enfadan los que se tiran después de la línea de meta cuando ya no le queda nada más que hacer para evitar un gol.

Ganamos y perdemos en el último minuto.

Vamos de rayas aunque a veces nos quedemos a cuadros como si fuéramos la selección Croata.

En casa y fuera la fuerza nos empuja.

Yo me sorprendo de la fuerza de ese esférico con pentágonos en su interior.

Suerte Atleti.

A veces no podemos estar siempre ahí, aunque la sangre y el corazón lleva tus colores.

No hay comentarios: