miércoles, 6 de enero de 2010

Falta mucho


Vinieron mis dudas a preguntarme. Que por qué les sustituí por la música. Que era su momento para actuar, por la noche, a eso de las dos de la mañana. No me odiaban del todo, al fin y al cabo yo les expliqué que necesitaba investigar, resolver preguntas, descubrir otra parcela de la vida, otros encuentros, otras letras, otros instrumentos, otra década. No puedo estarme quieta. Puede que haya algo más al fin y al cabo dentro. Muy dentro. No debería salir a la calle como si acaso fuera a encontrar en el asfalto algunas piedras que no perteneciesen a él. Es poco probable. Mi condena fue la de querer estar en todas partes. Mi cabeza tiene que sufrir por sus ambiciones, mi corazón, las consecuencias de mi cabeza. Y mi alma, sigue mirando, mareada, preguntando cada 5 minutos adónde le llevo.
No.
No hemos llegado.
Nos queda mucho camino.
De modo que ponte el cinturón y cierra la boca.

Foto: What They Don't Know About Norway by Babushka (algún día verán la luz)

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