domingo, 23 de noviembre de 2008

What about...?


El otoño solía ser de un tono entre el marón y naranja. Pero hoy este día otoñal está entre el blanco y el azul. Hace sol, asique también tiene destellos dorados, y con el deshielo, vuelve a asomar ese tono mostaza de las hojas.
Es un día de colores. Lo que quiere decir que es un día de eso que el día te pide que salgas, porque al fin y al cabo no puedes engañarte a tí mismo, un domingo no vas a hacer nada más interesante que contemplar la naturaleza.
No va a haber un día así en otra ocasión.
El fin de semana fue tranquilo. Nuevas ensaladas para añadir al menú, siestas, agobios de última hora, paseos y revolcones por la nieve, bloques de hielo, bajadas vertiginosas con la suela plana.
Chocar con un noruego que se niega a hablar inglés con el acento americano que podría (el es puro y hablará inglés con ese peculiar acento de pueblo cerrado noruego) Pero eso sí, ante todo respeto. Y tras volver la cabeza y ver una cosa que quizá no debería haber visto, tras encontrarme sola y acompañada de nuevo en cuestión de segundos porque es evidente que esta ciudad es demasiado pequeña... terminamos en una fiesta. Porque parece que las fiestas son realmente después.
Sea como sea el término afterparty es definitivamente mi favorito.
Pero hoy? Quién dijo que el domingo es un día para relajarse y chillear? Yo quiero hacer de este domingo una afterparty, celebrando que el martes termino este semestre academicamente hablando.

1 comentario:

Anónimo dijo...

esos after tranquilos son siempre mejores que la fiesta en sí

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