lunes, 7 de marzo de 2011

Melodía y acordes


He escuchado música desde que estaba en la tripa de mi madre.
Ahí dentro se oía como si alguien gritase desde el otro lado del patio de la casa.
Captando la atención de todo el que pasaba hasta llegar a mis oídos.
Desde ese mismo día supe que la música podía comprar sueños.
Podía hacernos andar la calle con mayor precisión.
Mirar hacia adelante con el camino ya trazado, sin ayuda del esencial Google Maps.
En mi caso la música me ha acompañado para todo. La he utilizado para conseguir mis metas.
Para sorprenderme a mí misma y descubrirme.
Probablemente lo mejor que ha podido hacer el hombre es mezclar melodía y acordes.
Con instrumentos infinitos, combinaciones inimaginables.
Las teclas de un piano como pisadas de alguien que se acerca.
Los violines desesperados y estremecedores.
Un serio bajo sentando las bases de un macabro plan.
Una batería espabilando al más dormido.
Un simpático saxo recitando las lecciones del día.
Una guitarra insistente sobre la importancia de avanzar hacia adelante.
Un Oh desgarrador de un cantante que avisa que el espectáculo va a comenzar.
Y podría seguir.
La música es el resultado de la actitud y los sueños de quien la ejecuta.
Nuestros gustos forman parte de nuestro estado de ánimo y nuestras intenciones momentáneas.
Yo he andado calles abajo, lloviendo, nevando, con sol aterrador, con viento, con mosquitos en la cara, los pies doloridos, con un frapuccino en mano o una maleta.
Rock, funk, folk, blues, pop, country, cualquier estilo musical podía penetrarme en los huesos si estaba bien hecho.
Y como pocas palabras pueden expresar el cometido de la música y la importancia de la misma en nuestros sentidos, utilizaré un clásico como Beethoven, un artista que encontraba la composición muy simple, su objetivo último era unir sentimiento humano, obra de arte y mensaje humanista en una sola partitura.

Pueden estar seguros que quién busque esto al hacer música conseguirá que los que escuchemos, jamás podamos contradecirles.

Arriba la música.

Es un milagro.

1 comentario:

Ange dijo...

La música llena nuestras vidas y colma nuestros mejores y peores momentos, siempre hay notas que evocan y que nos hacen recordar mil y un momentos!