sábado, 19 de febrero de 2011

Cibelinaje


La moda no deja de ser nunca un capricho para nuestros ojos. Un antojo esporádico de cambio, locura e ideas. Unos visten automaticamente, bien o mal, por su naturaleza ansiada pero otros son meticulosos, y nada es casual.

Un encaje, una flor, una volante. Todo parece estar ahí de manera natural y al mismo tiempo todo tiene su explicación.

Una explicación que hay que captar en cuestión de décimas de segundos. La esencia de la mujer y del hombre, la inspiración, las costuras, las telas, las caídas, los complementos. Hay que captarlo todo.

Yo iba con mis gafas blancas como un iceberg, absorviendo los detalles de los estilismos, de la pasarela, de todo lo que no se ve pero se capta y al mismo tiempo haciendo malabares con una cámara con un objetivo limitado, indignada por no encontrar el momento de comprarme la cámara que mi gusto por la visualización del mundo se merece.

Todo llegará. Mientras eso ocurra, siempre nos quedará la moda. En París, Madrid, o dondequiera que esté.

Foto: Ecuador del desfile de Roberto Verino. Cibeles Fashion Week Febrero 2011.

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