martes, 30 de marzo de 2010

El jardín de la tristeza

Los días fríos que huelen a primavera no pueden traer nada bueno.
Todo empezó un día con el mismo olor.
Por aquel entonces un hombre me abrazaba en un estudio de radio. Lo único que me mantenía con vida.
Ahora tenía que simular hablar por teléfono como si se lo contase a alguien, de modo que mis lágrimas no fuesen del todo ridículas en un vagón de metro.
Entré en la oficina de cristales opacos con dudas, y salí con una cosa clara.
Mi ignorancia es muy grande. Tan grande como esta ciudad. Tan grande como este mundo. Tan grande como los minutos que me separan de un idioma que no sea el inglés. Mi cuento era una novela negra.
Mi curiosidad me la robaron en 2007, cuando mi cabeza empezó a experimentar jaquecas constantes, y sollozos apretados en la almohada.
Tres años de carrera me mostraron la impotencia de no aprender nada. Cinco años y España no avanza academicamente. Seis, y la luz del túnel me deslumbra. El sol me hace daño. El frío me reseca.
No se está bien nunca. El periodismo o es sacrificado o es una mierda. No se vive bien, no se tienen horarios, no sirve de nada ser riguroso, sin curiosidad no hay asesinato.
Pocas habilidades existen para empuñar bien un arma. La pluma ya no se usa.
Hoy descubro que seis años de mi vida no me sirven para nada, pero al menos tengo experiencia universitaria. No me he drogado en la vida pero al menos he probado la amoxicilina.
No es suficiente. No lo era.
Mis lágrimas secas me tiraban el rostro y decidí no volver a eso.
Mi futuro no existiría hasta que fuese capaz de atrapar al ladrón.
Y lo disimulo tan bien, que se me olvida. En apariencias nadie me gana.
Pero soy ignorante.
Y estoy hecha una mierda.
Y no sé por qué una mierda podría interesarle a nadie ahora mismo.
En un día de fría primavera.
Un día imposible.
Un día que preferiría que fuese una mentira.
O una pesadilla.
Pero no me despierto.
O es que nunca me he acostado.
Vuelve esta punzada en la cabeza, que no me deja dormir.

3 comentarios:

Unknown dijo...

No hay palabras más allá de las que acabas de escoger para narrar la crónica de un día difícil. Gracias por verbalizar la duda que se convierte en un temor. Es el único modo por el que tendremos alguna posibilidad de vencerla. Sublime.

M.P.

Ange dijo...

6 años donde si has aprendido muchas cosas, muchas más de las que creias el otro día al plasmar tus letras, cosas que me enseñas a diario y con el paso de los años. Lo de la experiencia universitaria es una gilipollez al lado de lo que sabe una gafotas integra.

No estés triste, sigue caminando y bien despierta.

Babu dijo...

Gracias pequeña ;)