lunes, 15 de octubre de 2007

Mi lugar de trabajo


En contra de todo pronóstico, mi curro es tranquilo, apacible y se puede decir que a veces es hasta un placer trabajar. Es así principalmente gracias a los compañeros, agradables, el jefe, simpatico y a que no hay estres acústico de ningún tipo, que es el que a mí más me molesta.


Parecía toda una pesadilla trabajar de 1 de la mañana a 7, pero en plena Gran Vía todo se vuelve más bohemio y la atmósfera es apacible, siempre y cuando no caiga un chaparrón, sin azúcar ni turrón, y me cale hasta las rodillas como ya pasó una vez, y tenga que sufrir conviviendo con ese potentísimo aire acondicionado que posee Telefónica en su departamento de comunicación.


No sé cuanto durará el sueño, ni si se convertirá en pesadilla. Es cierto que he cambiado de vida: ahora duermo por las tardes y llego a clase más que despierta, exponiendome a pequeñas deducciones (erróneas) que insinúan (de broma por supuesto) que me meto algo para estar fresca. Ya veremos qué tal, para mí es un reto, cada vez más emocionante.

1 comentario:

- dijo...

Te admiro tía... Vale que el sitio parece tranquilito, que habrá buen rollito, que llegarás más despierta a casa que otra cosa pero ¡¡¡buf!!! De 1 a 7...
Aún así yo me conformo con que te mantegas viva para cuando yo llegue en Navidades... ¡¡y para hacerte una escapadita a París!!

Un besote muy muy muy pony!!!