martes, 5 de agosto de 2008

Aparición inesperada


He pensado en ir a este lugar desde que dije que no iría, y la razón es que quería devolver una sorpresa. Me he organizado lo mejor que he podido, dentro del desorden de persona que soy. Y es que yo voy haciendo según surge y según me pide el día. Quizá he tenido un par de cosas premeditadas pero son cosas de la responsabilidad, puesto que no todo es azar en esta vida.
Me voy a Vera, a cruzar este puente, a beber agua embotellada y a probar unos caracoles muy ricos que hacen en una esquina que muy pocos conocemos pero lo esencial, es que me voy a ver dos caras sorprendidas que no se esperan que me cuele por la terraza, o que les llame una fontanera, pizzera o lo que se me ocurra como siempre muy brillante.
Y es que nadie debía dudar que mis últimos días, tenía que pasarlos en familia, que para algo es la que me ha hecho llegar hasta aquí.
Ya volveré el domingo para después irme, y... con muchos cambios bruscos, pero el carpe diem es lo que tiene.

1 comentario:

Anónimo dijo...

estoy contigo al cien por cien en el carpe diem, sin dudas ni miedos ni arrepentimientos

un beso, y ánimo