martes, 2 de junio de 2015

Un día de tantos libros

Me gusta pasearme por la Feria del Libro. No porque vaya mirando a uno u otro lado, con cuidado de no perderme dónde está cada librería o cada editorial, sino por lo que se oye.
Los libros se leen después de comprarlos. Pero antes de eso, se oyen. Y si te acercas hasta se sienten.
Juan ha llegado callado y ha cogido el libro "La Escritura Transparente" un libro de William Lyon sobre cómo contar historias. Yo ya le había echado el ojo, pero se me han cruzado miles de pensamientos: "No, no leas de otro cómo contarlas, tú ya las cuentas a tu manera". "Podría leerlo sin copiarlo". "No, no puedes. "Mas bien no te arriesgues". "Vale, cansina". 
El caso es que yo seguía dándole vueltas a otros libros de crónicas, pero me fijaba en Juan. Decía que ese lo tenía claro, pero quería otro. Uno de los chicos de la editorial le recomendó cada libro que tocaba, pero Juan se los había leído todos. Dijo que les seguía la pista desde hace tiempo, que le encantaban los títulos y sus autores. Entonces Juan, pareció fijarse en mi, y así entre los tres, nos centramos en elegir qué me iba a llevar yo. "¿Qué te gusta?" 
Buena pregunta Juan, buena pregunta. "Me gustan las historias, me gustan las crónicas, y el relato corto, es decir que me gusta todo lo que tenéis aquí". Entonces el editor resolvió con las palabras mágicas. Señaló mis 4 dudas y dijo: "Si quieres leer anécdotas sorprendentes llévate este, si quieres alucinar y sufrir por las atrocidades elige este, hay muchas cosas en común, haz un mix. O no lo hagas. Decide si quieres sonreír con un libro o quieres llorar. Solo hay que saber qué momento quieres vivir al leer el libro".
Guau...
"Pues quiero llorar" 
Lejos de pensar que mi contestación era lamentable, se tradujo inmediatamente en un "buena elección". Juan y el editor aplaudieron el primer libro que me llevaba. Ahora me dirigía a mi otro destino. Caseta del Grupo Contexto, y allí me quedé un tiempo que no soy capaz de calcular.
Paca, una de las chicas que allí estaba atendiendo, había escuchado mi conversación por teléfono. "Me gusta la Segunda Guerra Mundial". Y así, ya tenía su primera propuesta. Me lo contó todo del libro. Yo ya lo quería. No había que hacer esfuerzos por llevármelo. Era un relato en primera persona, sobre maltrato a la mujer en la Segunda Guerra Mundial. Pero no por los nazis, no era judía. Fueron los soviéticos. Fantástico.
Un señor estaba también atento, y decía por lo bajo: "Qué maravilla, qué pinta". Nos lo llevamos los dos.
No he leído los libros. Pero ya los he escuchado. Ya tengo sus imágenes recreadas.
Ahora solo queda ese segundo problema: "¿Por cuál empiezo?".

martes, 27 de enero de 2015

70 años de la liberación en Auschwitz


Parece que siempre escribo cuando se cumple el aniversario de algo. Tengo poco tiempo últimamente, pero creo que el recuerdo de hoy merece este tiempo que dura el reportaje. 

He podido hablar con el guía del campo de concentración de Auschwitz, Diego Audero, un profesional que se ciñe a contar la historia cada día, de un campo de concentración que eran varios en realidad, el de Auschwitz, el pasaje a la muerte de mucha gente, la puerta a las cámaras de gas, el genocidio más sádico que ha conocido la historia. 

Una época en que no dominaba un loco, porque Hitler no fue alguien que apareció de repente y que no sabía lo que hacía. Fue un proceso político. La matanza fue un periodo de exclusión, de odio, y una terrible historia que hay que recordar, para jamás volver a caer sobre esa piedra.




martes, 25 de noviembre de 2014

Otro Día Internacional, el de la Violencia Contra la Mujer

Hoy es el Día de la Violencia contra la mujer. Todo empieza en la psicología, en lo denigrante de que alguien no sea capaz de decir por qué está contigo si te trata mal.
La respuesta puede ser que lo que le gusta, es precisamente eso.


Todo empezó cuando conoció a mis amigas.
Dijo que no tenían nada que ver conmigo.
Eso me alejó de ellas.

Pero yo tampoco resulté ser válida.
No hacía bien mi trabajo.
Eso me decía el. Y eso que no me veía trabajar, que es lo más curioso.

Cada día era un examen por no fallar.
Un día le pregunté qué le gustaba de mi.
Se hizo el silencio.

Lo que le gustaba era torturarme.

La siguiente cosa que recuerdo fue preguntarme donde estaba.
Con quién.
Por qué tardaba tanto.
Cuándo vas a volver.
No me hagas esperar.
No vayas al ensayo.

Después vinieron las preguntas.
¿Por qué comes esa mierda?
¿Por qué cantas en ese grupo?

Un poco más tarde llegaron las afirmaciones.
No tienes ni idea.
No pongas esa cara como si te estuviera diciendo algo.
No montes una escena.
No compres eso.

Se me ocurrió tomar algunas decisiones, como la de no invitarle a un cumpleaños donde iban a estar todas esas personas que él rechazaba llamada mis amigos.

Ahí llegaron los gritos, los golpes al sofá, me acorraló en un armario y su puño me pasó por la sien, haciendo un agujero en la puerta.

Después de mucho caos en la cabeza, de haber perdido completamente mi autoestima, de haberme secado de tanto llorar, y de no saber por qué me pasaba todo esto, llegué a una conclusión.


No quiero esto en mi vida. Y en esa moraleja, empecé a recuperar lo que ese tío me quitó.

jueves, 13 de noviembre de 2014

El Mundo se ha vuelto loco

El Mundo se ha vuelto loco, porque dicen que el sufrimiento es necesario. ¿Eso lo dijo El Mundo, o sus habitantes?

jueves, 2 de octubre de 2014

Corrupción y poca cosa más

Siento mi ausencia. 

He estado algún tiempo de retiro espiritual. Es totalmente necesario ultimamente en este país donde nos roban todo el tiempo. Si los políticos corruptos fueran comida, no pasaba nadie hambre. Aunque si no fueran corruptos seguro que podíamos comer muchos con el dinero que han escondido:

Bárcenas, Blesa, Roca, Julián Muñoz, María Antònia Munar, Urdangarín, Del Nido, Díaz Ferrán, la familia Puyol, el padre de Messi, los señores de las tarjetas B en Caja Madrid, (ahora Bankia), la rescatada por todos nosotros...

Vayanse mucho a la mierda. 

Tengo 28 años y estoy decepcionada con que hayan madurado así, para robar a los que no tienen gran cosa. Esos trajes, esos Audis, Mercedes y BMVs, y esas comilonas que les hace crecer la panza, no son cosas que se pagan con su esfuerzo. Han dejado de hacer el esfuerzo hace tiempo.

Hace una semana me senté en la Administración de Hacienda para darme de Alta en Actividades Económicas, para ser una empresaria improvisada, para empezar a pagarme yo la Seguridad Social y así engrosar esos "buenos datos de afiliación. Una afiliación falsa y egoísta me van a perdonar. 

Allí una chica esperaba como yo. Me decía que Hacienda le investigaba por algunas cuentas que no le cuadraban, ella decía que fue un fallo de suma, porque "con los excel me hago lío, y ahora estoy en el punto de mira los próximos 5 años". 

Hacienda, como su nombre indica, Haciendo el ridículo persiguiendo a la gente equivocada. Diciendo que la infanta Cristina no sabía lo que firmaba, pero los abuelitos de las preferentes si.

Vayánse a la mierda una vez más.

Nuestra generación ya se la han cargado, porque el trabajo se ha hecho precario, salir de casa es cada vez más difícil y la dignidad y la madurez al final son cosas que te cuentan pero poca experiencia puedes tener con ellas. 

Estoy indignada. Porque en mi casa siempre se me ha inculcado que las cosas hay que ganárselas. Que lo bueno llega con el esfuerzo. 

Lo que algunos deben entender en su casa, es que lo bueno llega con el esfuerzo de otros.

Pues vayanse, por tercera (que es la vencida) vez, a la mierda.

viernes, 13 de junio de 2014

No era tan idiota

Ya sabeis lo que me gustan los audio relatos, o las audioflipadas, llamadlo como queráis. Son cosas que escribo y es una pena que se queden en papel. Porque hay cosas que ganan un poquito de sentido con música, voz y entonación.

En este caso es una reflexión sobre los distintos ritmos de las mujeres y los hombres, y de como tenemos prisa por encajar cuando a lo mejor es imposible. Lo importante es no echarle la culpa a nadie.


martes, 10 de junio de 2014

Lo ilegal de compartir coche

Fomento avisa de que si usamos servicios como Uber o Bla BlaCar, podemos ser multados. Las sanciones van desde los 600 euros hasta los 18.000 euros. Todo esto después de que desde hace tiempo, varias compañías de autobús y el gremio del taxi, presentaran sus quejas y anunciaran una huelga para mañana.

La Unión Europea, de la que tantas veces España parece estar fuera en cada no ejemplo que da, o en las comparaciones que no interesan, se mantiene tolerante con estos servicios a pesar de que también hay gritos en contra.
 
España da sus motivos para no apoyar el transporte compartido: 

    El transporte de viajeros por cuenta ajena en un turismo particular, a cambio de una retribución económica como es el caso, va en contra de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres. Una de esas leyes que no sabes que existen hasta que surgen estas cosas.

   Los taxistas añaden que los conductores no pagan los correspondientes impuestos de la actividad económica.

   Falta de seguridad. Como viene siendo habitual en el transporte rodado, en estos servicios no se controla la calidad ni las medidas de seguridad para el usuario, tales como descanso del conductor o límite de velocidad.

    No existe el seguro en caso de accidente, o eso dice la Federación del Taxi, ya que aún no se sabe si los seguros responderían ante un accidente cuyos implicados ni se conocen…

La guerra está servida porque lo ilegal siempre surge de una necesidad. Los usuarios creen que los precios de taxi y autobús se disparan y por eso necesitan alternativas que les reduzcan los costes. Las empresas de bus y taxi no reducen sus costes quizá por cubrir los gastos de impuestos que ellos sí pagan. Y así se crea una pescadilla que se muerde la cola.

La solución… vendo boli Bic, y te llevo a Benálmádena por 20 euros. Por el camino podemos contarnos la vida, para que cuando nos pillen parezca que nos conocemos. Porque entre amigos, irnos juntos de vacaciones no es ilegal.

Todavía.