Es normal que Timur Vermes haya recibido críticas por su libro en Alemania. Ha decidido escribir una suposición. ¿Cómo sería si Hitler se levantase en mitad de un campo en Berlín, a día de hoy? Alemania tiene sus heridas muy marcadas, y si sobre algo no debe uno bromear es sobre el nazismo. Pero el autor quiere precisamente descargar tanta mala conciencia, y propone una parodia en primera persona de cómo Hitler, con cierto olor a gasolina, se levanta en este año y trata de imponerse en una sociedad cambiada, que le falta el respeto, le trata de tú, y que se ha olvidado de las jerarquías.
¿Cómo consigue un dictador olvidado, penetrar de nuevo en el poder? El autor propone la televisión, el humor en la televisión. Porque es la única forma verosímil de permitir a los alemanes reírse. Toda la campaña del personaje desprestigiado, no es más que una nueva forma de hacer propaganda, de conseguir militantes, y de que quienes jamás le miraron a la cara, ahora al menos, se rían.
Peligrosa forma de hacernos ver, que el ser humano podría repetir sus errores. O sus crímenes.
Dicen las críticas que convierten al protagonista en un cliché, autómata de sí mismo. Pero el libro no me parece tan desternillante. Tendrán que leerlo para creerme.
2 comentarios:
La portada es genial. Pero tendré que leerlo
Llevas razón Barbara. El libro no es tan gracioso como pretende parecer.
Vermes avisa, primero bajo la máscara del humor, de que "él" podría volver a encontrar terreno abonado, que el mal no ha sido erradicado, que la ambición, la insolidaridad, la ingenuidad culpable y otros resortes están allí y bien engrasados por algo "novedoso" podrían volver a funcionar igual que en 1933.
Se puede profundizar aún más en todo esto, en ese abismo que, como decía Nieztsche, te devolverá la mirada si lo mitras durante bastante tiempo. Echa un vistazo a la reseña de lanovelaantihistorica.wordpress.com
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