No sé qué le diré cuando tenga sus ojos delante.
Supongo que lo típico: "no eres tú, soy yo", "No es el momento", "No estoy preparada".
No sé qué voy a decirle que no sea la verdad. Porque la verdad no va a a aceptarla.
La verdad.
Que me he cansado de esperar. Que no puedo compartir los besos de otra. Que me entristece saber que si le diera a elegir, yo seguiría siendo la segunda opción.
Aquella que le da la vida pero no el amor.
No sé si voy a saber vivir sin él. Vivir sin su aroma, sin su piel pegada a mis brazos, sin sus manos dibujando en las mías.
Pero esto tiene que acabar.
Porque estoy soñando con él cuando no duermo a su lado.
Y él, sueña conmigo, pero quien duerme a su lado, es una mujer castaña de ojos azules llama Esperanza.
La que nunca se pierde.
Esperanza.
1 comentario:
Que rabia da ser el segundo plato, porque dificilmente se llegará a ser el primero.
Cuando está todo dicho, lo mejor es pasar página aunque duela, enquistarse no suele llevar a nada bueno. Es un tópico, pero el tiempo lo cura todo y minimiza cosas que en su día nos parecieron un mundo
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