Os pongo un pequeño fragmento de lo que pude grabar hasta que me llamaron la atención en una iglesia de Harlem. Fui de empalmada, era el ultimo domingo y mi último día en NY, tenía muchísimo sueño, pero no podía irme sin escucharlo. En una misa castellana me habría dormido, con esto y muchas canciones desgarradoras más, aguante dos misas enteras!
Viva la música que sale del corazón. Así da gusto.
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