jueves, 13 de febrero de 2014

Es el día de dar gracias



Todo el mundo dice que lo de ser periodista era vocación. Tengo que recurrir a todo el mundo porque tengo algunas lagunas de cuando era muy pequeña. No sé ni a qué edad empecé a recortar cosas que me interesaban de los periódicos y las revistas, y las reeditaba, como si fuese redactora jefe de revistas que yo misma daba forma, y se las regalaba a mi hermano, para que otro las leyera.

Cuando me regalaron un radiocassete de doble pletina, fue el primer mejor regalo de mi vida. Grababa las canciones y las soltaba literalmente tras hacer una presentación, digna de una radio comercial, me gustaba contar historias, noticias que leía, dar los buenos días, las buenas tardes, entrevistar a mi hermano haciéndose pasar por un importante jugador de fútbol, me gustaba hacer mi propio editorial del día. Me gustaba la radio. Ni siquiera la escuchaba antes, la hacía… y luego llegó la grabadora.

Segundo mejor regalo de mi vida. Una grabadora de las de antes. Me iba al colegio y grababa a mis compañeros, que opinaban sobre algún tema importante, y montaba mis propias encuestas. Caminaba por la plaza Felipe II y paraba a los transeúntes para que me contaran historias.

Además de presentadora, también hacía de reportera. Entonces alguien dijo que la niña quería ser periodista. Ah, que esa era la palabra para hacer todo esto que estaba haciendo. Pues sí, mamá. Sin duda quiero ser periodista.

Mi padre quiso hacer unos planos de paisajes de Ibiza para hacer un vídeo musical sobre la naturaleza de la isla. No se lo puse fácil, porque enseguida me subía a una piedra y con voz de presentadora repelente le decía que “a la derecha tenemos estos maravillosos acantilados donde las olas rugen con fuerza…”

“Babu, quítate de la cámara que eres muy pesada…”

Mi pesadez, y mi familia, la que me ha pagado los estudios que me han llevado a ser lo que quise ser, son los que me han puesto donde estoy. Hoy es el Día de la Radio. Hoy es el Día de dar las gracias a todos los que me dejan estar aquí.

lunes, 10 de febrero de 2014

No nos gustan las sonrisas

A LOS ESPAÑOLES NO NOS GUSTAN LAS SONRISAS

En general, y en particular. Me refiero a que cuando la cosa va bien,
da poco de qué hablar. Y claro, no vas a llegar un lunes al trabajo sin nada de lo que hablar. Porque a la hora del tupper uno quiere hacer algo más que remover los guisantes con jamón, que por cierto te salieron sosos.

Uno quiere comentar la jugada. Quiere sentirse tertuliano. Que a este paso de tanto repetirlo va a parecer que es una profesión.

Este fin de semana ocurren dos cosas. Las dos, políticas. El no paseíllo de la Infanta Cristina y el correspondiente lío que se ha montado con el vídeo grabado de su declaración del cual el juez tiene sus sospechas… Parece sacado de una novela de Vázquez Montalbán.

Después está el tema de los Goya, y de los reclamos de cuidar la cultura. Que obviamente hay que hacer campaña sea como sea. Y entonces, un domingo, tenemos otro mitin político, que para un país donde la gente vota sin leer el programa del partido, pues está bastante bien.

Aunque por otro lado, para qué leerlo si luego no se cumple.

En general a los españoles no nos gusta la sonrisa. Porque cuando la infanta denota sobriedad con un traje negro y una camisa blanca, da los buenos días, pero los da sonriendo, pues no nos vale. Supongo que esperaban verla hundida y pensando, ¡ay en qué líos me mete mi maridín! Si es que va a ser verdad eso de que a las mujeres nos gustan los malotes…

Tampoco nos gusta disfrutar de la cultura sin alguna pullita de Maribel Verdú u otras actrices que llevan a sus hijos a los hospitales públicos pero viven lejos en esas fincas tan chulas que se ven desde la A6…

Pero el ministro Wert esta vez no estaba para animar el cotarro con su “pon cara de estar aprobando un tratado de paz internacional”. Y nos sentimos decepcionados por no podernos haber enfadado con su presencia y no haber disfrutado de los premios del cine de una manera mucho más profunda.

Luego tengo que escuchar que los periodistas es que solo sabemos dar malas noticias.

Oye pero si es que luego en la comida no tienes nada que contarme. Y claro, yo sí quiero reírme un poco.

lunes, 3 de febrero de 2014

Buenos días

Buenos días, Bárbara.

Hoy va a estar mayormente nublado, aunque se que te gustan esos días, que sepas que va a hacer un frío que pela, es más, está empezando a nevar. Pero tu ponte ese vestido que tienes en la silla, te queda bien, y para estar guapa ya sabes que hay que sufrir. La máxima va a ser de 7 grados, pero piensa que el número es un número relacionado con el amor. La mínima será de uno y cuando se acerque la noche estará despejado. Tienes una alarma a las 21:30, pero ya sabes que para el resto de tu vida, cualquier momento es el adecuado para hacer las cosas que tienes planificadas. Te quedan 20 páginas para terminar el último libro que estás leyendo, Hacia Rutas Salvajes. Se que después de ese te va a dar por leer libros relacionados con desafíos humanos, y que alguna vez te has identificado con el protagonista, en su empeño por asomarse a una roca y ver un paisaje y mucho más, pero no te recomiendo que si lo decides hacer, lo hagas con ese vestido. Así que si decides ponértelo, recuerda no hacer ninguna locura. Ese chico que ronda en tu cabeza la podría hacer por ti. Solo tienes que quitarte el abrigo. 

Te saluda con afecto, tu móvil. Que tengas un buen día.