domingo, 20 de octubre de 2013

Sexta semana en Tiempo de Exquisiteces

Esta es la sexta semana que intervengo en el programa. Aquí os dejo el audio, donde hablamos de subastas, de fraudes y de campañas solidarias.


viernes, 11 de octubre de 2013

Al borde del fiordo

Diego García Calleja se precipitó al vacío repentinamente en el Púlpito a orillas del fiordo Lyse, en la ciudad de Stavanger. Quería sacar unas fotos más. No hizo nada extraño. Nada que no hagan los más de 200 mil visitantes que tiene esa zona al año.

Yo estuve en junio del año 2009. Fui una de tantas insensatas que quería la foto más al borde, la que más caída mostrase. No hacía viento, y eso nos confiaba aún más. Nunca había ocurrido nada como esto, al menos no acidentalmente.

Noruega además es un país que respeta el medioambiente. Paga por reciclar, tienen máquina de recogida de envases y botellas en todos los supermercados, las carreteras cercanas al paisaje de los fiordos solo tienen un carril, para modificar el ecosistema de la montaña mínimamente

Tras el accidente, Kjell Helle Olsen, un exdirigente de la asociación de senderismo, Stavanger Turistforening, dice que a lo mejor ha llegado el momento de instalar barreras a los turistas. Físicamente destrozarían el sentido de esta formación natural de la roca, y en vista de limitar el acceso, lo cierto es que existen unas normas, y luego libre es uno de saltárselas bajo su propia responsabilidad. De hecho está restringido el acceso si hace mal tiempo, o hace mucho viento. La subida hacia el Púlpito son dos horas. Uno debe llevar la ropa y el calzado adecuado, de lo contrario, daría marcha atrás.

Muchas más restricciones hay para subir hacia la roca Kjerag, a 1000 metros sobre el fiordo Lysen, ya que la subida es más pronunciada, más peligrosa y requiere de equipamiento y experiencia en escalada.

Sobre el Preikestolen además de su majestuosidad, circula una leyenda: dicen que se derrumbará cuando se casen 5 hermanos noruegos con cinco hermanas. Parece que tardará en suceder semejante coincidencia, pero más caso debemos hacer a los geólogos, que ellos sí saben que esto sucederá algún día. No por el casamiento sino porque la piedra, con el peso y el movimiento casi imperceptible de la tierra, se va desplazando poco a poco, año tras año, apenas unos milímetros, pero llegará un día en que no será seguro, y se cerrará el acceso por el camino que está indicado actualmente con unas aspas rojas. Siempre habrá un valiente/inconsciente que le pueda más la adrenalina que otra cosa, y encontrará la manera de subir un acantilado, eso sí, siempre, y como viene siendo en la actualidad, bajo nuestra propia responsabilidad.


jueves, 10 de octubre de 2013

Texas en La Riviera

A Sharleen Spiteri le han ensanchado las caderas pero su voz sigue igual. Gran registro de graves, y gritos gruesos que se pierden en los gritos del público. Ayer La Riviera tuvo que esperar un poco a que el público saliese del trabajo. Había aforo completo. Pero no a las 20 horas que era cuando estaba programado el concierto, sino pasadas las 21 horas.

Los teloneros eran Holy Bouncer, una banda de pop rock de Barcelona, que tuvo que lidiar con los ajustes de sonido que nunca llegaron a ser perfectos. Después de ellos la sala seguía llenándose. 

Aparecieron por fin, tocando el tema "Detroit City". Pero que nadie se equivoque. Texas es de Escocia. Y dentro de su rock alternativo, pop británico, se esconde ese amor por el blues y el soul. Lo demostrarían al final del concierto con una versión del clásico de Marvin Gaye "I heard it through the Gravepine" o "Jackson" de Johnny Cash.

El concierto entremezclaba los temas del nuevo disco, con temas antiguos, pero solo los clásicos. Cuando el público dominaba la situación y comenzó a cantar, entonces Spiteri confiaba los estribillos a los asistentes. Pedía más. Aprovechaba ese descanso para secarse el sudor con el brazo. No debía llevar maquillaje, de llevarlo, se hubiera dejado buena parte de el en la manga de la camisa. 

Fue fiel a su estilo andrógino. Pantalones estrechos de pinzas, camisa blanca y chaleco. Corte Bob largo, mucho flequillo que insistía en retirarse. Y ese aire de chulería de un lado al otro del escenario, un  ligero aire obsceno simulando agarrarse el "paquete", y un grito a mitad del espectáculo de "Jesus Christ, de puta madre!"

Esto animó aún más el ambiente, y aún faltaba el "oé oé oé" del público español, que ultimamente no falta en ningún concierto. Pero Sharleen lo detuvo a tiempo, con la fórmula "imagino que eso es que queréis más" y simplemente siguió el espectáculo que duró algo menos de hora y media. Dejó muchos clásicos en el camino. 

Pero después de 8 años de parón. Lo bueno es que la banda Texas, ha permanecido intacta. Gusta y llena salas. Hoy será en Razzmatazz, en Barcelona. Después en 30 sitios más. Todo está previsto que termine en Detroit, tal y donde empezó.


miércoles, 9 de octubre de 2013

Ha vuelto, por Timur Vermes


Es normal que Timur Vermes haya recibido críticas por su libro en Alemania. Ha decidido escribir una suposición. ¿Cómo sería si Hitler se levantase en mitad de un campo en Berlín, a día de hoy? Alemania tiene sus heridas muy marcadas, y si sobre algo no debe uno bromear es sobre el nazismo. Pero el autor quiere precisamente descargar tanta mala conciencia, y propone una parodia en primera persona de cómo Hitler, con cierto olor a gasolina, se levanta en este año y trata de imponerse en una sociedad cambiada, que le falta el respeto, le trata de tú, y que se ha olvidado de las jerarquías.

¿Cómo consigue un dictador olvidado, penetrar de nuevo en el poder? El autor propone la televisión, el humor en la televisión. Porque es la única forma verosímil de permitir a los alemanes reírse. Toda la campaña del personaje desprestigiado, no es más que una nueva forma de hacer propaganda, de conseguir militantes, y de que quienes jamás le miraron a la cara, ahora al menos, se rían.

Peligrosa forma de hacernos ver, que el ser humano podría repetir sus errores. O sus crímenes.

Dicen las críticas que convierten al protagonista en un cliché, autómata de sí mismo. Pero el libro no me parece tan desternillante. Tendrán que leerlo para creerme.

lunes, 7 de octubre de 2013

Madrid tiene historias

He leído un artículo en El País que me ha fastidiado el fin de semana. Dice que Madrid está decayendo. Habla de la música, de la poca implicación del Ayuntamiento para el urbanismo, la limpieza, los festivales. Dice que Madrid no ofrece nada. Yo el viernes se me ocurrió pasear con los ojos abiertos y vi esto.


Madrid ofrece muchas cosas. Y hay miles de personas que luchan por sobrevivir en ella. La mitad de la gente que conozco que viven en Madrid, no son madrileños. Aman la ciudad porque les ha arropado sin ponerle condiciones. Han abierto sus negocios, instalado su vida. 

Hay un pequeño bar en la calle Mejía Lequerica 14, en metro Tribunal, se llama Pequeños Placeres y lo primero que pide cuando entras es


El mundo necesita gente que ame lo que hace. La decoración es esmerada, hecha incluso con lo que piensan sus clientes. Y lo último que se les ha ocurrido son clases de inglés gratis todos los jueves de 20:30 a 22 horas.


Aquí es donde un verdadero Madrid puede reunirse, porque es imprescindible que seas de cualquier parte. Es necesario. Es obligatorio. Porque sin la mezcla, no aprendemos nada en ninguna ciudad. La iniciativa es coral. Las clases las imparte Noah Wanebo, con ilusión, con gracia, con originalidad. Y Noah no daría clases si a los dueños no se les hubiese ocurrido aportar algo nuevo, bueno, diferente. Ellos atraen clientes, tú aprendes y conoces gente. 


Es verdad que la música en Madrid sobrevive como puede, que la cultura ha perdido su valor, que los cines cierran, y que el Palacio de la Música en Gran Vía sigue precintado desde hace años, pero son los pequeños esfuerzos de los que habitan Madrid los que debemos ensalzar. 

Como la historia del Doctor Buckerman.


Por un problema médico, gastó todo su dinero, y como músico que era, sintió la necesidad de ser creativo, sin poder contar con la batería que quería comprarse. Ahora entre muchas cosas, toca en la calle con cacerolas y sartenes, reivindica ser creativo para crear, lleva tres cubos, el tercero, para que metan dinero. La sonrisa la lleva puesta siempre. Y hace lo que tu piensas que son mierdas, pero como él dice: "Es una mierda única".

Uno de sus cubos dice que "La música hace que el mundo sea un lugar mejor". Es casi el mismo mensaje que los dueños de Pequeños Placeres han querido cuando reclaman gente que ame lo que hace.

Es igual que la historia del taxista que tiene el interior del taxi decorado.



Abruma ver un taxi así, y no me reprimí al preguntarle que cómo es que lo llevaba así. No se me olvida lo que me dijo. "El taxi es mi segunda casa, y yo la gente que llevo es como invitarle a mi casa. Lo adorno porque quiero invitarles a que pasen a mi casa". Es una manera bastante bonita de sentir la profesión del taxi. 

Hay calles que se solidarizan con los negocios allí instalados.


Hay imágenes preciosas que ofrece todos los días esta ciudad.


Personas que se buscan la vida con lo que saben hacer.


Y a pesar de la crisis, hay personas que emprenden negocios, como mis tíos Mónica y Arturo, con una tienda de ropa, Monart, en la calle Cartagena 73 bis en Madrid. Porque no han dado ninguna parte de Madrid por perdida.


Por todo esto, no me gusta leer que Madrid no está ofreciendo nada.
Madrid está llena de historias, pero alguien más positivo tiene que contarlas.

domingo, 6 de octubre de 2013

Cuarto resumen en Tiempo de Exquisiteces

Cuarto resumen de los temas más comentados y destacados de las redes sociales, en el programa Tiempo de Exquisiteces en Gestiona Radio.


viernes, 4 de octubre de 2013

La Jam y otras pasiones

La primera vez que me acerqué al concepto de jam, fue aquí.



Fue en pleno Bryggen, el muelle hanseático de la ciudad noruega de Bergen, que es por cierto, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1979.

Allí conocimos a unos noruegos que estaban de despedida de soltero. Llevaba 4 días en la ciudad y me esperaba un año intenso y lleno de nuevas emociones y personas. Tocamos las puertas del cielo y mi instinto cantó con ellos. Fue la primera vez que alguien que no me conocía de nada me dijo que tenía una buena voz. No les volvimos a ver. 

Por cosas del destino, mi cita con la música volvió a suceder cuando tarareaba una canción en los pasillos del quinto en el barrio de Fantoft donde yo residía. Un guitarrista italiano me dijo que tenía un grupo de blues, que iba ahora mismo a ensayar y que si me apuntaba. Allí estuve con 8 músicos que desconocía: 3 italianos, guitarra, trompeta y saxo, un bajista alemán, una coreana que tocaba la flauta travesera, un teclista noruego y un contrabajista húngaro. Lo que hicimos fue impresionante. Otra vez, conecté con el espíritu de jam.

El siguiente lunes, me animé a ir sola a un bar cerca del muelle, a ver qué era eso de una jam en un bar. Empecé a hablar con gente, explicar que no soy cantante, pero que canto, que me gusta, pero que no sé cómo lo hago. El teclista, Owen, me animó a subir, a improvisar. Blues en FA.

- Bien, lo que sea. Yo solo cierro los ojos e improviso - le dije.


Repetí cada lunes. Llevé amigos. Instauramos una jam en nuestro barrio. Lo que ocurrió en ese momento es que compaginaba los estudios y la música, con el Bboying del que también estaba muy activa en la ciudad puerta de los fiordos. 

Al llegar a Madrid, busqué como loca las jams, empecé a cantar en un coro Gospel, música que conocía bien por varios domingos inspeccionando en Harlem, y hablando con gente en Nueva York, cuando estuve de viaje con motivo del Aniversario de la Rock Steady Crew.

Mi vida en Madrid, después de Noruega, fue dejando el baile. Y empecé a cantar.



Hoy trabajo en la radio y hago música. Aunque a veces... cuando suena cierta música, tampoco puedo dejar de hacer esto.


Me dicen que no tengo pinta de hacer lo que hago. Quizá porque no es lo que hago. Es lo que soy.

jueves, 3 de octubre de 2013

El amor al habla


Hola ¿qué tal? ¿Cómo andan? Disculpen que les robe unos minutos.
Soy el amor. A veces no me gusta decirlo así porque soy de esos sentimientos que caen muy bien o te caen como una patada. Supongo que les habrá pasado.

Yo quería contarles una historia. Me pasan muchas cosas, pero este viernes me pasó una muy extraña.

Suelo estar allá donde me llaman pero... me fui a tomar un café a las nueve de la noche, estaba esperando a alguien, iba a tener un duro trabajo esta noche. Los viernes noche queda muchísima gente, e intento estar a todo, porque el amor es más frecuente de lo que piensan.

Pero la pareja de arriba, no me llamó esa noche. Y sin embargo yo estuve allí. 

La diferencia con otras noches es que estuve delante de ellos. No entre ellos. No sé quiénes son. Si se que él era español, y ella guatemalteca. Aparentemente quedaron porque se gustaron algún día. No hace mucho de esto porque aún estaban en ese periodo de presentaciones, en el que ella le explica que tiene 5 hermanos de distinto padre, él le dice que le encantan los coches, ella le cuenta anécdotas del instituto pues aún tiene 17 años y él, con 22 le cuenta que ha viajado al extranjero. 

Ninguno se mira. Ella juega con las manos, el no sabe donde ponerlas. Fue confuso. Hacían un esfuerzo por sacar un tema de conversación pero cuando por fin lo tenían parecían contárselo a cualquiera menos a ellos mismos. Quizá no estuvieran seguros de haber acertado con la cita o con el lugar. Quizá debieron sentarse uno enfrente del otro.

Yo estaba leyendo un libro sobre un dictador. Tengo que leer ese tipo de cosas para comprender mejor el odio. Trato de arreglarlo. Trato de unir a las personas diferentes. Trato de acercar a las que no lo son. Obviamente tuve que dejar de leer el libro. Me puse a trabajar.

Finalmente ella empezaba a hablar de sus cosas, él parecía interesado. Sus cuerpo giraron unos grados, ya se miraban a los ojos, sonreían, ella doblaba una pierna debajo de la otra. Por fin estaba cómoda.

Al rato se fueron. Yo me quedé allí pensando. Se puso a llover. 
Me dejé medio café. 
Llegaba tarde a una cita. 
La mía.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Marina se va y Benjamín sigue fuera

Marina Shifrin no cree que el periodismo esté muerto. Pero en su blog dice que quiere dejar de intentar ser periodista. Hoy es noticia porque ha dejado su trabajo en Next Media Animation, donde llevaba trabajando dos años.

Para empezar, a la hora de estudiar ella aún no sabía si quería ser periodista o lo que quería era escribir. No es lo mismo. Para ser periodista, también hace falta escuchar. Y hace no mucho tiempo, un editor me dijo que cada día, más gente se animaba a escribir, pero no a leer, y eso, para cualquiera que se dedique al sector editorial, sabe que es incompatible. 

El post de Marina continua diciendo que el mal del periodismo son las historias sensacionalistas. Supongo que quiere con esto defender el periodismo de verdad, el de raza, el de antaño, pero no sé si haciendo un viral, es la mejor forma de defender esas palabras. Con esto, los periodistas ahora hacen sensacionalismo. Cosa que creo recordar dos líneas más arriba, estaba denunciando.



Pero es evidente que tiene una doble función. Dejo el trabajo, que me degrada por los motivos que sean, pero me expongo para otro trabajo que me trate mejor.

A pesar de lo que le dice a su jefe, Marina dice que es un excelente profesional, pero que mide el éxito en los clicks que hace la gente. Esta va a ser una buena manera de decirle: "Me voy, pero con el trabajo bien hecho" porque el vídeo se ha convertido en viral y supera los 5 millones de visitas, puede que más para cuando leáis esto.

Marina deja su trabajo, y denuncia que hay reporteros inteligentes que no están escribiendo cosas inteligentes

A Marina le viene de perlas que Benjamín Serra, valenciano, con dos carreras y un máster, haya escrito una carta protesta por tener que limpiar wc's fuera de su país, en Londres. 





Alguien tiene que presentarles. 


Marina podría limpiar el periodismo, y Benjamín, aprovechando la baja, simplemente estar trabajando en algo que estudió.

Todos contentos.

martes, 1 de octubre de 2013

Esto es Lítera Sin Mancha

Pero sí con huella. Porque intentamos dejarla. Para qué negar que cuando se junta mucha gente, diferente, con ideas y con ganas, lo que se pretende crear no puede pasar desapercibido. No es lo que queremos desde luego. Las letras que escriben Jesús y Nacho, no son cuatro tonterías que rellenan una base que se curran también. Dj Lhoren no produce los temas porque es lo que había más a mano. Trapecista no se une porque tenga la tarde de sábado libre, y Le Plack no hace scrachtes porque redondean la canción. Todo tiene un propósito humano.


Decir algo.

Y que se recuerde.

El rap te da licencia para contar muchas cosas en una sola canción. Lo importante es lo que dices, pero también cómo lo dices. Y no es más fuerte el que más alto salta, pero sí el que más ganas tiene de hacerlo. Porque no nos engañemos, muchos no darán el salto, pero todos esperamos al menos, no haber dejado de intentarlo. En este mundo y seguro que en otro, lo más importante es haberse quedado a gusto.


Lhoren podría decirse que se quedó. No es rabia, es pasión. Afortunado será el que sepa reconocerlo.


El rap tiene un punto de soledad, por el que después una amplia comunidad se siente identificado. Tus problemas son mis problemas, y si no, son los de alguien que conozco. Tus preocupaciones son solo algo por lo que muchas ya han pasado y a mí me queda poco. Pero después, cuando uno está en el escenario, lo que canta es lo que defiende, y el público asiente. Es de esa soledad, de donde uno consigue encontrarse con más gente.

Fotos de Pedro Bao y Elena Valverde
Grupo Lítera Sin Mákula en sala Copérnico de Madrid