miércoles, 17 de julio de 2013

El Otro Don Juan

Es verdad Ángel de Amor.
Desde esta apartada orilla, con la miopía y la distancia,
la luna brilla pero apenas como una cutícula de uña recién mordida.
Se respira por instinto, por sentido común.

El agua limpia y serena del río, está en calma no por perder el temor
sino porque no hay barca de ningún pescador que lo cruce.

Canta todo el día
y se pregunta
¿no es verdad, gacela mía,
que están respirando amor?


No lo sé ya, querido Don Juan
mira este corazón traidor
que rendirse no creía,
adorando, vida mía,
la esclavitud de tu amor.