miércoles, 30 de diciembre de 2009

Just wanna be 80's


Estos son algunos de los complementos que van a saludar el nuevo año, de Cindy Lauper, de los años 80 o de un personaje aún desconocido que ya veremos como queda, os adelanto esto para ir abriendo boca de lo que puede ser muy grande.

lunes, 28 de diciembre de 2009

00:17

He llegado al límite del miedo y la inseguridad. Tanto es así, que me he puesto a trabajar a estas horas porque temo dos cosas mañana, que lluevan noticias en estas 5 próximas horas, o que no sea capaz de girar la llave para abrir la puerta. Y como no tengo demasiado tiempo ultimamente que perder, tengo que buscar alternativas y planes B que pueden parecer desesperados y enfermizos a primera vista, cuando en realidad solo me acojo a la premisa del "por si acaso" o al sonado refrán "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". Solo espero que esto no sea el comienzo de una actividad de absorción, porque ni soy tan precavida ni tan considerada. Torpe un rato. Rubia otro tanto. Pero nunca se acostumbren que luego salgo por la tangente. Como todas las mujeres en definitiva. Y ahora me voy con mi estrés a la camita, que el calor todo lo cura.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Cuando me revolqué en la nieve

Me dí un buen golpe.
La nieve no era blanda, es más juraría que debajo de la nieve, a escasos centímetros habia un bloque de hielo. La tabla no se deslizaba como de costumbre, no peinaba el suelo, lo arañaba. Al girar a un lado y a otro lo único que hacía es perder la dirección y cuando me precipité hacia abajo quise frenar, pero ya iba demasiado embalada. Me asusté, así que precipité mi caída hacia alante poniendo las manos, porque no quería golpearme el trasero otra vez.
Hice mal.
Me comí una cantidad considerable de nieve, mis gafas salieron disparadas. Se me soltó un enganche del pie derecho de la tabla de snow, y giraba a su libre albedrío, me doble al caer al suelo con tanta elasticidad que no sé ni como conseguí golpearme en el pecho, pero durante unos segundos pensé que no podía respirar. Se me saltarón las lágrimas del dolor, mientras los copos de nieve caían sobre mí.

Empecé a escupir, de repente la boca me sabía a sangre. Luego realmente no me pasó nada. Mis compañeros desde abajo me gritaban que si estaba bien. Sí. Estupenda. Estoy estupenda. Pero no conseguí levantarme sobre la tabla de nuevo. Ese fue mi final con el snowboard por ese fin de semana.

Me pasé al modo trineo. Y me gustó cien veces más.

La Navidad Madrileña

Es blanca y desastrosa.
En España es que nieva y la vida se paraliza. No sabemos por qué, los metros se llenan más, los autobuses no llegan, entre parada y parada los 2 minutos habituales de espera en el metro, se convierten en 8, los 10 de autobús en una hora. Las calles mojadas, heladas, un quitanieves para toda la comunidad, la TDT fallando, los niños no van al colegio, las pistas aeroportuarias cerradas, vuelos cancelados, todos llegamos tarde a nuestro trabajo.

Lo llevamos claro porque el cambio climático solo está empezando, y aún nos sorprende, como si nos viniese de nuevas. Tengo la indignación de por qué cualquier excusa es buena para que las cosas no salgan adelante. Hoy hay bastante gente con muy pocas ganas de trabajar, pero deberían resignarse, como hacemos todos...

sábado, 19 de diciembre de 2009

Quién me mandó a mí?

http://www.periodistadigital.com/periodismo/internet/2009/12/19/los-estudiantes-de-periodismo-se-quejan-del-analfabetismo-tecnologico-de-los-profesores.shtml

viernes, 18 de diciembre de 2009

Mykonos

Esta canción suena al vacío de la altura.
Cuando estuve en las montañas me sentía hueca.
Mi voz sobrevolaba el planeta y volvía con sonido de lata.
Como si se volviese a recoger.
Las montañas eran todo música y coros. Como la canción.
El viento me secaba el pelo. Apuesto a que me decía algo así como "¿qué haces aquí si no te gusta estar aquí?
Y yo sorprendida me apartaba el pelo, como diciendo: "es que nunca había probado estar aquí arriba" Y una sonrisa se me resbalaba de esquina a esquina del rostro.
Allí arriba me sentía la persona más íntegra del mundo.
Combatíamos contra el viento, el frío y la luz que se apagaba a las cuatro de la tarde.
Descender ramas congeladas llenaba de vida a mis pies.
Nadie nos molestaba durante las dos horas de ascenso. El hambre nos golpeaba levemente en el descenso.
Pero después podías ir a cualquier parte.
Y donde sea que vayas, puede que vayas a Mykonos.
Como dice la canción, irás a Mykonos.
Y perderemos la cabeza, por el lugar.
O sus sonidos.
O su vacío en altura.
O su coral alpina, que es como mejor puedo definir esta canción.

martes, 15 de diciembre de 2009

Recuerdame la calle

Porque en la calle dejé un recuerdo.
Y no hay un solo punto de vacío por ninguna esquina.
En María de Molina, María Anna y yo imitábamos a los raperos del Bronx andando.
En Callao cántábamos a las 4 de la mañana "I feel it in my fingers, I feel it in my soul..."
En el Paseo de los Vinateros, salvamos un helado.
En Jorge Juan observábamos hombres de Matrix mientras devorábamos gominolas.
En Fuencarral tres italianos reclamaban que fuéramos al "13"
En Sancho Dávila pasamos la nochevieja más confidencial.

En la calle, Maria Anna y yo, hemos hecho mucha vida.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Algo personal de la generación E.S.O.

Nuestras madres seguían utilizando Centella para cuidar la madera, aunque en mi casa el mueble era de escayola y usábamos más el Cristasol para las estanterías. Dejamos de usar jabón de Marsella porque descubrimos el blanco de Ariel y sus colores brillantes.

Mis padres condujeron en su mayoría coches blancos de empresa que ni recuerdo los modelos. Las bicis eran de Alcampo. Mis primeras zapatillas deportivas fueron Cups aunque mi madre siempre insistió en manoletinas y Victorias de colores.

Me cortaban el pelo a navaja, porque iba a una peluquería de hombres, la de mi padre de toda la vida. Teníamos 5 canales de televisión y un plus codificado. No bebía La Casera porque odiaba la gaseosa y cualquier cosa con burbujas. Los hombres no fumaban en casa, las mujeres tiraban por lo alto con Malboro. Los chicles eran Boomer y los caramelos PEZ sobre todo en San Isidro.

Comparto colchón con los de E.G.B. aunque sé que Flex empezaba a sentirse.
No sé quien ganaría la liga, el Madrid, supongo. No sé quién es Sabrina. A Alaska no la vi en ningún programa para críos porque le quitó el puesto una tal Leticia Sabater que iba “cada día, con alegría”. Alaska fue conocida por mí más tarde en Lluvia de Estrellas como jurado. El fistro pecador salía en todas las cadenas, y las galas de Inocente, Inocente eran muy esperadas el 28 de diciembre.
Una caja de 12 'Plastidecores' no era tan buen regalo de cumpleaños porque siempre he preferido las Alpino, aunque en nuestra generación lo increíble eran los rotuladores y punta fina. Las bolsas de pipas Facundo seguían estando en auge y los Sugus no me costaban nada porque me los regalaba mi abuelo.

Coleccionábamos cromos, tazos y hojitas con olores. No comía Petisuis porque siempre he sido de Yogurt Natural Danone.
Las 'María' eran 'Fontaneda', pero yo las odiaba y compraba las Campurrianas. En los columpios nos pasaba de todo, yo me caí de un puente de barras justo en el punto mas alto y me quedé clavada mientras mi padre decidía que aquel video era para “Videos de Primera”.
Los de E.G.B pedían 'polo de limón' pero yo siempre fui del cilindro de la lechera o los sándwich de nata. Cuando llegó la modernez no me detuve en Magnums porque caí directa hacia los MaxiBon.

Mis tebeos eran Zipi y Zape, a Mortadelo no podía ni verle. Mi primera colonia sería una de Barbie, y porque mis compañeros se empeñaban en regalarme cosas que no uso por mi cumpleaños.

Con mi cassete de doble pletina grababa programas de radio en un modo muy casero, pero la culminación llegó con mi primera grabadora, la cual llevaba a todas partes y hacía todo tipo de reportajes y entrevistas.
Yo coleccionaba pins, pollypockets y barbies. No me decía mucho el bocadillo de paté ni foagrás porque lo que de verdad anhelaba eran aquellos bocadillos en el campamento en El Escorial de tableta de chocolate que han recuperado los de los 100 montaditos.

Mi generación tenía muchas cosas hechas ya. Pero tenemos nuestras cosas y me he quedado corta.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Generación EGB

He recibido este mail:

Porque en este país hay una generación de chicos y chicas que crecimos con la EGB.
Nuestras madres quitaban el polvo con Centella', lavaban la vajilla con un bote blanco con el tapón naranja de 'Mistol',y al Jabón de 'Marsella' le llamaban 'Lagarto'.

Nuestros padres conducían un Seat 131 Supermirafiori. Nuestras bicis eran 'BH' y nuestras primeras zapatillas de deporte fueron unas 'Paredes',aunque a nuestras madres les gustaran más los 'Kickers'.
Nos cortaban el pelo 'a navaja'. Todos veíamos sólo TVE, aunque podíamos elegir entre el UHF y el VHF. Todos bebíamos gaseosa 'La Casera' o 'La Pitusa'. Los hombres fumaban 'Ducados'. Los chicles eran 'Cheiw' y los caramelos 'PEZ'.
La gente dormía de miedo en colchones 'Pikolín' y el Athletic de Bilbao y la Real ganaban las Ligas por pares, hasta que a Butragueño le dio por enseñar los huevos. A Sabrina se le escapó una teta en la Gala de Nochevieja y en todo el país no se habló de otra cosa hasta el mes de marzo. A Alaska le dejaban presentar un programa para críos en la tele y Pancho, el de 'Verano Azul', todavía no se metía picos. Una Señora le contaba a 'Encarna de Noche' que se le quemaba el hijo en Móstoles porque tenía las empanadillas haciendo la mili.
Una caja de 12 'Plastidecores' era un buen regalo de cumpleaños y por uno 'color carne' eras capaz de matar, las cajas de 24 eran como Bin Laden, existían, pero nadie las había visto. Una bolsa de pipas 'Facundo' de 15 pelas era enorme y por una peseta te daban dos 'Sugus'. Repartían Albumes a las salidas de los colegios para engancharte a la colección, los sobres de cromos costaban 5 pelas, pero también te los daban con las tapas de los Yogures 'Yoplait'. En aquel país de menos de 5.000 euros de renta per cápita, nos daban dos 'Petisuis', pero es que antes eran la mitad de tamaño.
Las 'María' eran 'Fontaneda', los camiones 'Ebro' , las furgonetas 'DKV' y los monovolumenes ovnis por lo menos o un mono con cascos El camión del butano tocaba la bocina, y los críos nos hacíamos brechas en los hierros oxidados de los columpios y nuestras madres nos daban algún cachete por romper los pantalones.
En vez de un Magnum Almendrado, pedías un 'polo de limón' y a veces, el chocolate era 'La Campana de Elgorriaga' (Malo, malo, malo). Las pilas 'Tximist' solían romperse cuando se agotaban en nuestros casettes 'mono' y los tebeos de 'SuperMortadelo o de Pulgarcito' pasaban de mano en mano. Hubo muchas niñas cuya primera colonia fue 'Chispas'. Y no había cartones de leche en tetra brik, sino que la leche venía en bolsas de plástico que necesitaban un recipiente para meterse en la nevera, y el detergente venía en tubos redondos.
Y en vez de grabadoras de DVD y CD-ROM,te ibas a casa de tu colega con radiocasette de doble pletina a llenar una TDK de 90 minutos de juegos para spectrum 48k. Y con la Teleindiscreta regalaban pegatinas de UVEEEEEEEEEEE!!!!
Aquella generación coleccionabamos cochecitos 'Güisbal', y el helicóptero de 'Tulipán' aterrizaba en las piscinas para regalar bocadillos en los anuncios de la tele. Aquella generación empleábamos el vaso de 'Nocilla' para dibujar a Naranjito. Así que la Nocilla, ni mentarla. Además, es 'leche, cacao, avellanas y azúcar'.A saber que le echarán a la Nutella esa. Y donde este un buen 'foagras' que se quite el 'pate'

Mañana resaltaré (bajo la libertad de mi versión) los que crecimos con la PRIMARIA y E.S.O.

jueves, 3 de diciembre de 2009

El country es para hombres

Para su sorpresa, es de las primeras cosas que escuchó de mí. El country es de mis sonidos favoritos, y en mayor medida, el folk, funk y soul. Creo que sólo por eso, ya le parecí especial. Después el color marrón. El rubio de mi pelo y el moreno de mi piel. Pero sobre todo, el country. Ni siquiera esperaba que hubiera llegado a mi país.
Ilusos canadienses.

No entendía nada porque "el country es para hombres".

Yo no entendía nada, puede que el country sea la imagen de botas de piel con tacón de madera, jeans, cerveza por todas partes y mujeres con camisas de cuadros remangadas.

Pero yo odiaba los jeans por aquel entonces, no sabía cómo podían moverse con eso.

Nunca entendí por qué las mujeres no eran seguidoras en la misma medida, aunque luego empecé a entenderlo con el rap, y con aquellos partidos de baloncesto en el YMCA que terminaban con bailes de película. Y solo había hombres. Era el paraíso.

Las féminas estaban en la piscina, donde nunca entraría. No me gusta el agua salvo el de la ducha.

Después las calles de Bramptom quedaban vacías, los perros jugaban en los jardines, solo dos niños con patinete los viernes y gente en el videoclub los sábados.

Canadá era hockey sobre hielo, iglesias, 7 eleven y country, mucho country. Y más en mi casa. Mi compañera de habitación era francesa, Julie. Aprendimos "¿por qué el pollo cruzó la carretera?" en varios idiomas. Comimos Mcflurry Oreo hasta la saciedad y tuve que esperar más de 6 años para que llegase a España. Los niños pequeños me amaban. Las niñas me odiaban. Me quemé el empeine en la playa.

Fue inolvidable.

Mandé una carta que nunca obtuvo respuesta.

Quizá el contenido tuviera que ver. Ante la evidencia quizá Shwan, mi padre acojedor y profesor, no tenía nada que decir.

"Querido Shawn, el country ya no es solo para hombres."