lunes, 31 de agosto de 2009

NOS VOLVERA LOCOS

Si es que no lo ha hecho ya...

http://nosvolveralocos.blogspot.com

Tengo esa tendencia enfermiza a escribir y reservar espacios a las cosas que me hacen vivir cada día. La música, uno de los pilares más importantes en la mía, tiene su espacio aquí.

Era hora de que se fuera sabiendo.

viernes, 28 de agosto de 2009

Girls just wanna have fun

I think is time to say hello to our blog.
We fall in love, like everyone else.
But we do have fun also.
Women just have periods in life. We feel sad, we feel happy, we feel excited, we feel special.
Men need women just like women need men.
So we don't want to hide our feelings. We cannot tell everyone, but we can just talk from our heart, screaming or wishpering, hoping that someone hear us and fix our life.
We all work breathing love. Recognize it, is the first step, to deny it.

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Creo que es hora de decir hola a nuestro blog.
Nos enamoramos, como todo el mundo.
Pero también nos lo pasamos bien.
Simplemente las muejeres tienen periodos en su vida. Nos sentimos tristes, nos sentimos felices, nos sentimos excitadas, nos sentimos especiales.
Los hombres necesitan a las mujeres tanto como las mujeres necesitan a los hombres.
Así que no queremos esconder nuestros sentimientos. No se los podemos contar a todo el mundo, pero podemos hablar desde el corazón, gritando o susurrando, esperando que alguien nos oiga y nos arregle la vida.
Todos funcionamos respirando amor. Reconocerlo, es el primer paso, para negarlo.



http://girlsjustwannahavefun-girls.blogspot.com/

jueves, 27 de agosto de 2009

Las líneas torcidas


Este año, como ya no soy estudiante, o al menos me queda muy poco, no me he tenido que comprar una agenda, no porque tenga menos cosas que hacer, sino porque me hago mayor y recuerdo mis responsabilidades. Eso sí, tengo un cuaderno. Qué digo, tengo dos. Uno de Panda Security y otro de Fear2 (con un holograma terrorífico de una niña asesina), todo propaganda regalada por mis jefes. No está nada mal, al fin y al cabo, en un futuro serán recuerdos de mi vida. Tengo guardada (o tirada por ahí en la profundidad de la mesa o armario) el cuaderno con ese azul y verde corporativo de telefónica, y el de Taller de Editores, que ese si que era fashion del todo, con un color oro no luminoso.

En la radio no teníamos cuaderno, y eso que era el CEU, y podrían haberse estirado un poco. Sin embargo sé que los regalos corporativos no dicen nada, porque aquellos años en la radio fueron, hasta la fecha, los mejores de mi vida.

Son de cuadros, de rayas y lisos.

Los últimos incentivan las líneas torcidas. Todas desordenadas, donde un dato y otro se mezclan y confunden como si fuera el mismo. Utilizo colores diferentes en vano, mayúsculas o minúsculas. Nada resuelve la poca jerarquía de lo que se escribe sobre la marcha. En realidad como todo lo que se pueda leer en mi blog, sin correcciones ni rectificaciones.

Es un verdadero desastre la manía de no querer pasar la página y no respetar los márgenes, pero en cuadernos pequeños soy incapaz de hacerlo. No me gusta el dorso de las hojas, aunque lo utilizo por respeto a los árboles.

Mi letra ha madurado. Eso significa que a duras penas se entiende. Como la de todos los mayores que conocí de pequeña. Ahora entiendo mejor ese proceso vital que sufre la ortografía.

de pequeña, para escribir, buscaba un pupitre en el que apoyarme porque las cosas, si se hacen, se hacen bien, que si no luego la monja de turno nos tiraba de los pelos.

Ahora, cuando no es en el movil o el ordenador, escribimos como nos viene, en post-it o en esos cuadernos corporativos, en diagonal o en espiral, da lo mismo, porque nadie lo va a leer.

Y es un follón porque nos perdemos en nuestro propio desastre, basicamente la premisa que se cumple para todo el género humano.

Me cuesta encontrar las cosas que escribo, cuanto menores son los datos, mayor dificultad para localizarlos.

Pero exceptuando el caos de las agendas, llenas de citas, datos, teléfonos o dibujos del aburimiento, aún me sigo sorprendiendo de cómo puede haber un orden dentro del desorden, al menos en mis tres principales puntos de apoyo: sofá, mesa y armario.

Y teniendo esta capacidad de orientación para los objetos, me sorprende que no sea capaz de encontrar las llaves en el bolso.

Ellos dirían:

Mujeres...

Andadas a zancadas


Ayer me quedé dormida sobre el papel. 43 folios me esperaban con impaciencia para ser leídos pero me rendí ante la almohada y casi se me cae la baba encima. De un susto tuve que levantarme para sufrir el cierre de la línea 6 y meterme en esa lata de SE (servicio especial) dudosamente acondicionado.

Me libré, como casi la mayoría de las veces me libro del desastre, y mi padre me acercó a Legazpi, donde solo me separaban 3 paradas de mis antiguos compañeros de colegio. Son 23 años. Con una pausa de escasos 5 porque todos tenemos una vida, y un camino que seguir, sin embargo, aunque cada uno hace una cosa distinta, siempre hay una buena excusa para reunirse de nuevo.

La excusa de ayer, fue la música. Bajo, batería y dos voces improvisando sonidos y melodías, improvisando letras o sacando falsos trapos sucios, en inglés o en castellano indistintamente. Mezclados pero no revueltos.

El resultado, que pronto podré colgar aquí, fue espectacular. El final impresionante.

Ahora todos nos concentramos en los exámenes que están por venir. Maria Anna se va a san Francisco de nuevo.

Pero la historia de los de toda la vida no termina. Porque si alguien quiere, puede. Nosotros, en el paso de los años y a pesar de algunas distancias, aquí seguimos.

La vida se vacía de excusas con cosas como estas.

Grande tarde la de ayer, gracias por estar ahí.

lunes, 24 de agosto de 2009

Hay vida más allá de sus ojos

Todos tenemos un yo que grita cuando tenemos que permanecer callados. Los blogs nos ayudan a expresar lo que no podemos contarle a más gente cuando ya lo sabe todo el mundo que queríamos. Hace tiempo se llevaban los diarios, esos que se podían cerrar con candado, en donde no existía la perfecta línea recta sobre folio blanco al escribir.
Ahora o nos da pereza o somos gente 2.0 sin remedio.
Mi amiga Ángela tiene algo entre manos desde hace tiempo, pero hoy es importante que todo el mundo lea su cuaderno.

http://anangeliam.wordpress.com

Disfrutad!

jueves, 20 de agosto de 2009

La oficina de gafas


Somos una oficina de gafas. Gafas de pasta y gafas de alambre. Estrechas y anchas. Y trabajamos lo justo, quizá los viernes algo más. Cuando me concentro me acerco al ordenador más de la cuenta porque estoy "focused" como dicen en inglés, y eso hace que tenga la necesidad de enfocar la pantalla.

Mi compañero de oficina me pone algo nerviosa porque es tremendamente sexy, y en esos momentos en los que se me escapa una mirada de reojo, desearía no llevar gafas porque entonces no le vería absolutamente nada y desistiría en mi empeño por mirarle.
Pero necesito las gafas, y por descontado mirarle.

Mi compañera, la otra becaria, es una vasca que dice no ser muy vasca. En su tono de voz, puedo delatarle, en lo demás todo son tópicos, y tampoco conozco todos los tópicos del humor de los vascos, ni quiero saberlos, porque no creo en esas cosas.

Creo en las personas. Tengo un afán de persecución de las personas. Las huelo y las observo, y busco quien merece la pena en mi vida.
Aquí tengo una muy buena sensación con las personas, cosa que no me pasaba en las otras empresas. Es importante para mí.

Hasta que vuelva mi jefa, esto es una oficina de gafas, y bien sexy.

martes, 18 de agosto de 2009

Morriña

La música acaba de hacer de las suyas otra vez. Le faltan unos decibelios para realmente hacer su función envolvente que creo que tiene, pero mi gran capacidad de abstracción, y de hacer de las pequeñas cosas , grandes acontecimientos.
Pero la culpa no es mía del todo. Desde ayer, un programa de televisión me llenó de estúpida morriña, me recordó algo que ya no tengo, me hizo volver a aquellos meses de mi vida, donde la extra-libertad me llenaba de sentimientos, vivía a tope, disfrutaba de cada minuto como si fueran a escaparse, disfrutaba de la gente que me rodeaba, de las buenas personas que sí conocí, y respiraba un aire puro y frío, que terminaba de despertarme cada mañana.
Vamos, que me recordaron a Noruega, a Oslo, Flam, Myrdal, Sodengfjord, Bergen y mi querido ruinoso Fantoft.
No me puse a llorar porque creo que la caja de lágrimas para este tema se agotó el mismo día en que mi autobús partía hacia Fleshland.
Quería irme, pero me había acostumbrado a volver 3 veces en navidad, semana santa y otra de regalo porque sí.

Ahora todo son planes en escala de grises, que o bien ascendentes (se oscurecen) o bien descendentes (se vuelven transparentes) el color se va degradando y solo queda la realidad, a espera de sorprender.
Yo no hablaba en broma, pero no sé bien cómo hacerme oír y dar mayor credibilidad a mis promesas.
Pocos, pero los necesarios, saben que soy rotunda con mis decisiones, y más si tienen que ver con continuar con las bonitas amistades.





Os echo muchísimo de menos.

lunes, 17 de agosto de 2009

Fantasear nunca fue tan barato

De echo, resulta regalado. Nadie puede intervenir en los pensamientos de nadie. Las fantasías revitalizan, tapan agujeros, abren nuevas posibilidades, y permiten exponerte a situaciones que quizá no pasen, pero si pasasen, ya tendrías una ligera idea de qué harías, que dirías o qué se siente.
Yo cada tarde, o cada noche, fantaseo, incluyo a gente que conozco, a gente que no conozco, les pongo en una situación, les doto de sensibilidad, gigante mundo interior, les doy una cita, les doy sensaciones y sentimientos de deseo y curiosidad y ellos solos se juntan.
No sé si se cumplen paralelamente o puede ser casi como una conspiración del universo, como decía Paulo Coelho, pero es divertido.
A mí no me pasan algunas cosas que en mi cabeza ocurren constantemente. A veces me da pereza escribir, asique me las imagino, otras las percibo y les doy más color. Así como quien da color a unas uñas.

viernes, 14 de agosto de 2009

Corto pero intenso



Me da la impresión de que se va a hacer corta la estancia en la costa, podríamos estar hablando de día y medio. No sé si dará para mucho, si acaso me pondré morena, si saldremos y sacaremos algo de ello. Sigo sin conocer a nadie allí y mis únicas oportunidades se pasaron la semana pasada de modo que voy a procurar, que surja lo que surja, no haya demasiados momentos de estar dentro de una casa. Si en dos días pude ver todo Londres, un día y medio es más que suficiente en un desierto. ¿O no?

lunes, 10 de agosto de 2009

Ich habe meinen Koffer verloren...He perdido mi maleta

Berlín abruma. Las avenidas anchas se comen mis pasos, los alargan hasta eternizarlos. La siguiente manzana se encuentra a 10 minutos. La iglesia Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche , de las pocas auténticas de la guerra, con original cúpula hexagonal, asoma al fondo, creando un atractivo horizonte que nunca llega.


Los alemanes caminan callados, cruzando indiferentes las líneas de piedras que indican el camino del antiguo muro, mientras un grupo de turistas juegan con sus pies al oriente y occidente, ahora sí , ahora no.

Los iconos de los semáforos, recuerdan las antiguas zonas divididas de la guerra. De alguna manera para no olvidar, pese a la división de opiniones, que hubo un tiempo en que Berlín tenía 4 zonas dominadas por dos países.
Berlín no es una ciudad de monumentos antiguos, poco había quedado después de 1945. Berlín es una ciudad nueva que se presenta atrapada en el simbolismo y la historia.

Rabia mía, consideración para otros.

"El transporte funciona muy bien" - dicen los lugareños - "habeis pillado una mala semana."

Vaya. Seguro que les dicen lo mismo a todos. Toda la red de cercanías cerrada por reconstrucción.

También pillamos el día de una maratón nacional y carrera de patines. Soy incapaz de contar cuánta gente se dio cita, pero la calle principal Ku Damm fue cerrada durante todo un día. El único día que decidimos movernos con coche, craso error.

El calor y el buen tiempo nos facilitaba nuestras caminatas, mejor o peor calculadas. Vimos mucho en el tiempo apropiado, gracias a una guía (como no puede ser de otra manera, mi madre)

Los niños pedían dinero tocando teclados, guitarras o violines, sonreían, con la falsa sonrisa de llevar una rutina que no les corresponde. La inexpresión de los alemanes no me dio pistas sobre si es normal, terrorífico o simplemente ignorante.


Las manifestaciones, el baile y el yoga se sentaban enfrente de la puerta de Brandenburgo, el bboying pedía con gorras en Europa Center, las currywurst eran el menú típico en cualquier restaurante a precios calcados.

Postdam fue y es el mayor paripé que he visto hasta la fecha, un barrio de mentira, una tapadera para turistas o para los madrileños un Rozas Village con mapa de interés y un tranvía que lo cruza.

Sachsenhausen, el campo de concentración donde se "concentraron" desde 1936 a prisioneros políticos, judíos, polacos, militares soviéticos, homosexuales... y luego se exterminaron. Los edificios eran de ayer, como quien dice. Duchas, retretes, camas, cepillos de dientes, pijamas, maquinas inmovilizadoras, hornos crematorios y muros simbólicos donde casi podía ver a las SS encañonando a inocentes apretando los dientes, para redimir el dolor, cuyo pecado era haber nacido.

No hubo tiempo para compras innecesarias, aunque sí nos dejamos engañar por los trozos de muro en imanes y postales.

Los osos de colores, de todo tipo de profesiones y looks invadían los portales, llenaban mi tarjeta de memoria y le recordaban, a mi otra memoria, al otro oso, el del madroño.


Lo más bonito sin embargo de Berlín, fue lo que no era Berlín, una ciudad a 200 km llamada Dresden, histórica, con atmófera medieval, estropeada por los ascensores hacia las cúpulas.

Plazas señoriales, maravillas de alumbrado público y restaurantes museo, que aumentaban el diámetro de nuestra boca abierta.

La historia dominaba a Berlín, por eso ahora, se abre con la imitación de la CN Tower de Toronto en versión corta, fachadas Sanyo a lo Times Square, calles de ricos como Serrano, con escaparates de lujo en medio de las aceras, centros comerciales de cristal y espejos, una moderna cúpula en el Reichtag ahora renombrado Bundestag que es un mecanismo que atrapa luz natural, una explanada de cesped con desnudeces que gritan NO WAR.
Los ríos Spree y Havel que hacen presumir a Berlín de comparaciones entre Florencia y Venecia.
Potsdamer Platz quedó en el área donde se dividían los protectorados soviético y norteamericano por lo que siendo tierra de nadie después de la guerra, ahora es la cuna de los festivales de cine con esa majestuosa cúpula que cambia de color en el Sony Center, donde está permitido robar a los clientes cobrando 3 euros por un expresso y 5 una caña.

Lo único que le reprocharé siempre a Alemania, es tener Egipto y Siria encerrados en habitaciones del museo Pérgamo. Es frívolo y escalofriante, a la altura del museo del terror con imágenes de las SS y Hitler en acción.

Muchas cosas en Berlín, nuevas, con un gran doble sentido histórico, reivindica, denuncia y levanta cabeza, dando esa sensación de fuerza que siempre tuve de los alemanes.

Ellos, serviciales algunos (como el policía que dio media vuelta para indicarnos y casi se ofrece a llevarnos, o la mujer de la mesa de al lado aconsejándonos platos deliciosos) o enfadados y secos, como el que nunca recogió las cervezas de la mesa, o el que me dio un rotundo no mientras lo demás, en alemán, no pude entender nunca.

Fue imposible contactar con mi amigo alemán por problemas telefónicos, que no fueron nada comparado con los que tuvo Iberia para recuperar nuestras maletas, rotas, por cierto.

Todo viaje tiene sus curiosidades. Me dejo cosas, pero algunas podían ser avergonzantes y me han enseñado a decir lo justo y contar solo lo que un lector de blogs querría saber.

Quién tenga dudas, ¡que pregunte!

martes, 4 de agosto de 2009

Día feo


Hoy es un día feo, porque nada cambia, nada pasa, aburrido, monótono, con dolores de espalda, frío y calor, velocidad de memoria RAM imposible, tablas de excel interminables, desordenadas, sin sentido periodístico, y sí, ya he oído que esto es así al principio pero es que yo ya no duermo con peluche.
No sé qué busco, qué espero, no me gusta la tranquilidad, no llevo bien el estrés. Presiento que me equivoco aunque me queden esperanzas de andar mi camino, pero ante tanta duda y tanto vacío era de esperar que el día de hoy, aunque soleado, es muy feo.